Las provincias clave (II): Castellón

La provincia de Castellón también será clave en estas elecciones, puesto los sondeos se contradicen sobre quien se llevará el quinto escaño. Tanto PP como PSOE tienen asegurado los dos, pero los populares parecen llevar ahora un poco de ventaja, mientras que hace unos meses la llevaban los socialista.

La campaña será clave allí para luchar por este escaño que baila. De hecho, en el 14-M, ganó el PP por muy pocos votos. Esta vez los populares presentan Juan Costa, coordinador del programa electoral de su partido y persona cercana a Rato, mientras que el PSOE tiene al ex ministro Jordi Sevilla. La estrategia de Rajoy ha sido presentar un político no tan conservador para la provincia menos conservadoras del Pais Valenciano.

Resultados 2004

• PP --- 3 escaños
• PSOE --- 2 escaños

Sondeo enero

• PP --- 2 escaños
• PSOE --- 3 escaños

Sondeo febrero

• PP --- 3 escaños
• PSOE --- 2 escaños

Las provincias clave (I): Alicante

A partir de hoy, voy a analizar la situación de los dos principales partidos en las provincias en las que, según los sondeos, más reñido estará el reparto de escaños el 9 de marzo. En el resto de provincias, la situación parece un poco más previsible, aunque no es descartable alguna que otra sorpresa. Sólo hace falta recordar el 11 de marzo.

La primera que analizaremos es Alicante, una de las pronvincias beneficiadas por un escaño más debido a un aumento del censo respecto a 2004. En esta provincia el candidato del PSOE es Bernat Soria, actual ministro de Sanidad, mientras que el del PP es Federico Trillo, ex ministro de Defensa. El escaño extra parece ser uno de los más disputados, pues ha bailado de un mes para otro del PSOE al PP. Sería vital para los socialistas conseguir este escaño, ya que si lo pierden los conservadores ganarían por dos escaños, demasiado para esta provincia.

Resultados 2004

• PP --- 6 escaños
• PSOE --- 5 escaños

Sondeo enero

• PP --- 6 escaños
• PSOE --- 6 escaños

Sondeo febrero

• PP --- 7 escaños
• PSOE --- 5 escaños

En el debate, Zapatero fue seguro y Rajoy, errático

En primer lugar, el debate de esta noche ha sido, a mi juicio, un gran espéctaculo televisivo. Ha sido ágil y distendido, incluso ha tenido un entretenido clímax. Ambos candidatos empezaron fríos y francamente nerviosos. Rápidamente, Zapatero se recuperó con sólidos contraataques y ganó ventaja. Tras la pausa publicitaria, Rajoy se tranquilizó pero fracasó al sólo poner sobre el tapete cuestiones negativas sin aportar propuestas contructivas. Gracias a la mayor imagen de solidez otorgaría la victoria a Zapatero.

Bloque 1 Economía. Se pudo apreciar un inicio errático y nervioso por parte de los dos candidatos. Zapatero se apegó en exceso a la cifras macroeconómicas y no convenció argumentando que la subida de precios y la bajada de poder adquisitivo se debe a la desaceleración económica. Sin embargo, se mostró muy sereno y seguro ante las cifras que presentaba, lo cual le proporcionó una imagen seria. Rajoy atacó únicamente con la economía doméstica y ganó puntos al ponerse a la altura del ciudadano. Pese a ese buen activo, Rajoy se mostró reiterativo e, incluso, despectivo en algunos momentos. Desaprovechó una baza. En este bloque ambos me parecieron desorientados.

Bloque 2 Política Social. Este fue el bloque en que Rajoy estuvo peor. Mientras el líder conservador sólo se dedicó a equiparar la inseguridad con la inmigración, Zapatero dio una imagen de sensibilidad social, remarcando leyes como la de la dependecia. Además, el ejemplo del Bonobús para legalizar a los inmigrantes dejó a Rajoy fuera de juego. El colmo del desbarajuste del líder del PP fue cuando se mostró confuso sobre lo que era un Bonobús. Zapatero ganó por goleada.

Bloque 3 Terrorismo y política exterior. Aquí se preveía a un Rajoy más combativo y sorprendentemente, a mi juicio, no lo fue tanto. Rajoy no fue convincente en hacer saber en qué se ha equivocado Zapatero en su política antiterrorista. No fue un discurso efectivo, sino claramente deslabazado. Rajoy reiteró sin argumentos sólidos que Zapatero había negociado políticamente con ETA, cuando ésta estaba en su momento más bajo. Fue brillante el contrataque de Zapatero aludiendo a cómo Rajoy podía considerar que estaba en su momento más bajo cuando les hizo responsables de la matanza del 11-M. Nuevamente efectivo fue Zapatero, que dejó sin argumentos a Rajoy. Nueva victoria de Zapatero en este bloque.

Bloque 4 Política autonómica. Aquí ambos candidatos tiraron pelotas fuera, sobre todo al ser concientes de que los dos se juegan mucho en Catalunya. Zapatero echó mano del trasvase del Ebro, de la incoherencia del PP con el estatuto catalán y el andaluz, y del lamentable "se rompe España". Rajoy se mostró anecdótico haciendo referencia a declaraciones antiguas de González y Guerra, al desaparecido Pacto del Tinell y a referéndums de 2014 de otros partidos. Bloque lamentable y erróneamente cauto de ambos candidatos.

Bloque 5 Retos de futuro. Este bloque ha tenido altos y bajos. Rajoy empezó bastante bien al indicar el rotundo fracaso del Ministerio de la Vivienda. Zapatero no convenció al quitar madera a ese tema, que es uno de los más preocupantes de la sociedad. Tras pasar levemente por el tema del cambio climático, llegó el momento de la noche. Zapatero afirma que Barceló, Serrat, Sabina apoyan su candidatura, a quienes Rajoy menospreció. "Un político que incurre en ese desprecio a la gente de la cultura no merece ser presidente", afirmó el socialista. Rajoy contraatacó diciendo que "Zapatero ha agredido a las víctimas del terrorismo". Zapatero le interrumpió diversas veces para mostrar su indignación con la frase. Tras el rifirrafe, Zapatero no ha seguido con el tema y ha sido brillante al citar el Oscar de Javier Bardem para finalizar. Nuevamente, victoria de Zapatero en este último bloque.

Reflexiones del final. Rajoy me dejó con la boca abierta por su lamentable final con una peseudo-poesía babosa con tintes patrióticos y decimonónicos. Frases como "heraldo de la libertad" o "quiero que sienta un hondo orgullo por ser español" simplemente me han vencido. Zapatero ha sido más pragmático. El líder socialista afirmó que hace cuatro años pidió el voto para que los soldados salieran de "una guerra ilegal" y aumentar la prosperidad de España, y afirmó que lo ha cumplido.

La Iglesia ha pedido el voto para el PP

No quisieron hacerlo en campaña, pero lo han hecho en precampaña. La Conferencia Episcopal acaba de pedir implícitamente el voto para el Partido Popular. Dios ahora ya no es sólo español, sino que vota a la derecha. Buenas parte de los creyentes de este país, seamos de derechas, de izquierdas de arriba o de abajo, repulsamos el vergonzoso acto que ha protagonizado hoy este ente católico.

El comunicado empieza con "los Obispos ofrecemos a los católicos y a todos los que deseen escucharnos algunas consideraciones que estimulen el ejercicio responsable del voto". Sigue con: "Si bien es verdad que los católicos pueden apoyar partidos diferentes y militar en ellos, también es cierto que no todos los programas son igualmente compatibles con la fe y las exigencias de la vida cristiana, ni son tampoco igualmente cercanos y proporcionados a
los objetivos y valores que los cristianos deben promover en la vida pública".

Después de hablar de atacar el aborto, la asingatura de Educación para la Ciudadania, sin comerlo ni berberlo dice: "Una sociedad que quiera ser libre y justa no puede reconocer explícita ni implícitamente a una organización terrorista como representante político de ningún sector de la población, ni puede tenerla como interlocutor político".

Para acabar, en rueda de prensa, el obispo auxiliar de Madrid y portavoz de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Martínez Camino, ha afirmado que evidentemente hay partidos que se acercan más a sus valores que otros.

Reflexión

Hagamos una consideración simple sobre este comunicado de la Conferecia Episcopal Española. Critican con claridad una gestión del PSOE en el gobierno y implíticamente a los partidos que negocian con ETA. Entonces el PSOE queda descartado en ese "ejercicio responsable del voto". ¿De Izquierda Unida mejor ni hablamos, no? Tampoco pide el voto para IU, que está a muy a favor de lo antes citado. De los partidos nacionalistas dice: "La Iglesia reconoce, en principio, la legitimidad de las posiciones nacionalistas que, sin recurrir a la violencia, por métodos democráticos". Ese "EN PRINCIPIO" da miedo y además habla de "los peligros del separatismo con una actitud honrada de amor al bien de la propia nación". A los partidos nacionalistas los descarta pues casi rotundamente. Quedan pocas opciones. El partido de Rosa Díez y Fernando Sabater supongo que todavía no ha calado del todo en sus corazones, y de momento no les veo en contra del aborto, el divorcio expres y los matrimonios gays. También hay partidos pequeños, como las diferentes Falanges de mongos neonazis, pero lo dudo. Supongo que se deben haber arrependido -algo muy católico- de haber llevado durante 40 años a cierto personaje bajo palio. ¿Qué partido queda? El Partido Popular, señores, el Partido Popular. Que dicho sea de paso se ha mostrado eufórico con el comunicado de marras.

Ahora que hay elecciones americanas, los candidatos se dan codazos por los apoyos públicos de un Kennedy, un John Kerry o un Chuck Norris. ¿Os imagináis como se pondrían su la Iglesia les apoyase? No se pondrían de ninguna forma, porque en Estados Unidos la separaración entre religión y estado es sagrada. ¿Y sabéis quién la defiende más? Los ultracristianos. Pero en España eso no ocurre. Hoy la Iglesia le ha dicho a sus millones de fieles españoles qué es lo que tienen que votar.

Tienen libertad de opinión, sí como todos. Pueden adoptar posturas políticas, sí como todos. Pueden incluso pedir el voto a un partido determinado, sí como todos. La cuestión es ¿por qué? ¿Para defender sus valores? No siempre lo hacen. ¿Se manifestaron contra la guerra de Irak? ¿Se manifiestan contra la injusticia social? Todo esto ocurre después de que Zapatero incremente las aportaciones de la Renta de este año. Dijo Llamazares: "Cría obispos y te sacarán los ojos". Comienza a tener razón. Yo me siento avergonzado.